Porqué limitarnos a aceptar realidades impuestas en nosotros, bajo paradigmas desfasados? Somos, debido a la gracia de Dios, arquitectos de nuestro propio destino.
Y ningún otro ser humano nos puede obligar o imponer algo que no queramos.
Nosotros tenemos poder, no le quitemos (a veces inconscientemente) el poder a Dios para dárselo a un grupo de humanos que quieren controlarnos.
Aquí un ejemplo, de que no importa lo que los demás digan; sino lo que TU estés dispuet@ a hacer para ser feliz!
Feliz inicio de semana.